Es bueno
dar por sabido a quien nos asigna o provee un bien material, bajo que
circunstancias pensamos operar lo recibido o asignado.
Muchas
veces operamos lo recibido fuera del rango, para lo que se nos asignó dentro de
la función o tarea especificada.
Algo que no
suele suceder es recibir instrucción de lo recibido, más nosotros erramos en la
confianza y responsabilidad conferida.
Si deseamos
honestidad y rectitud recibir, primero tendremos que otorgar a otras personas
esto mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario