En este
tiempo la gran mayoría aborrece al que
amonesta, y el que amonesta es el que nos dice lo que está mal y como
corregirlo, de lo contrario se queda en
llanamente crítica.
Al que
habla recta mente sin doble sentido, ironía, vulgaridades es tenido como un
fuera de moda y aborrecido, cuando deberíamos incentivar esta forma de
expresión que debe culminar con un estilo de vida consecuente a la justicia y
rectitud.
En donde se
busca el bien propio, y poco importa como como se llega a obtener sin tener conciencia
de las consecuencias obtenidas, no parece escenario para clamar por la justicia
donde primero debemos ejecutándola nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario