Hablar mal
no precisa de palabras también, incluye nuestras acciones si son en
consecuencias con lo que decimos, por
ello la importancia de lo que hablamos sin restar esta a lo que hacemos.
Por esto
parece que la mayoría decide ser consecuente, hablando mal y accionando mal,
sin comprender que frutos de vida consecuentes a las acciones ofrecidas
recibiremos por esto nos quejamos pero nosotros mismos decidimos el tipo de
vida que portaremos con lo justo, verdadero y lleno de bondad practicado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario