A los que
se empeñan en hacer de lo dulce amargo, de la luz tinieblas y del bien (lo que
procede del Creador) restando valor por conveniencias también denominado
egoísmo, lo convierten en algo mal, torcido al propósito original.
Rara vez
tenemos conciencia de nuestras acciones, estimando siempre que todo lo actuamos
dentro de la justicia, verdad y misericordia no teniendo la costumbre y
habilidad de acudir a la única referencia
que puede quitar el velo de nuestro egoísmo, origen toda maldad que
desvirtúa el proceder diario, produciendo los frutos que hoy palpamos en
doquier.
No hay comentarios:
Publicar un comentario