Bajo
circunstancias que nuestra propia mano provoca, y que convierte nuestra vida en
infierno, por que pululan las angustias, adversidades y falta de sosiego, se
olvida considerar que todo acontece para algo específico y nada es desconocido
por nuestro Creador Justo.
Por
consecuencias de nuestras elecciones, llega a nuestra vida lo bueno (lo
procedente de Justicia) o malo (originado por nuestro egoísmo, placeres y
deseos).
Lo
rescatable es que si aprendemos de ello,
si caemos en cuenta de examinar nuestro proceder, para rectificar y
portar un estilo de vida más cercano a lo recto, integro y justo.
De lo
contrario solo dolor veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario