Actuar con la misma actitud como fuimos agredido simple mente creará un ambiente hostil, dejando a un lado los frutos que generan vida a quienes practican los preceptos de justicia, verdad y misericordia.

Procuremos tapizar nuestro camino de actuar diario, de tal manera que las personas con las cuales tengamos contacto reconozcan que somos libres de hostilidad, robo, hurto, rapiña y engaño.

Nuestra integridad, honestidad y rectitud en todo ámbito de vida sea visible a todos, llegando a obtener familiares, vecinos y conocidos que deseen copiar nuestro estilo de vida.