A nuestra
vida hacemos llegar, circunstancias que nos parecen adversas por nuestras acciones,
injustas, violentas, cargadas de robo y rapiña.
Y nos
parece adversa, porque con el estilo de vida alejado de la justicia, verdad y
bondad no logramos percibir, el propósito Espiritual de todo acontecimiento que
llega a nuestra vida que puede ser:
Como
consecuencia de nuestras acciones.- Recordemos que recibimos de la misma
calidad otorgada a nuestros semejantes, por eso no esperemos justicia cuando
nosotros no la hemos practicado.
Llegan por
si deseamos rectificar nuestra vida, tomar conciencia de esa circunstancia
extrayendo de ella experiencias que pueden ayudar a otros a superar ese
contratiempo aparente, nuestra felicidad esta íntima mente ligada a la de nuestros semejantes.
Nosotros
recibiremos ayuda cuando estemos dispuestos a ser de ayuda a otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario