Algunos
permiten guiarse por una mente ilusa, entregándose a ritos religiosos, hábitos
que afectan la manera de comportamiento,
ante lo Justo, recto y verdadero hacia
nuestros semejantes.
Resulta que ante saber que ese hábito daña su vida,
no puede desistir de practicarlo porque su voluntad requiere esa fuerza que
sobreviene de reconocer la ayuda Divina y toda acción de pensamiento, palabras
y actos, sea regida por la rectitud, honestidad e integridad.
Es claro
que esto es progresivo o no de la manera que fuimos apagando nuestra
conciencia, con la realización de nuestras acciones desviadas al propósito de
vida que es conducirse en lo justo, recto, bondadoso.
Que marcará
nuestra longevidad de vida, como aprobación de vida ante la calificación de la
administración de vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario