Con nuestras actitudes damos la espalda a quien verdadera mente procura nuestro bien de quererlo escuchar y obedecer los preceptos para vida como la justicia, verdad y misericordia, pero

Resulta que hemos crecido creyendo que lo idóneo para avanzar en esta vida terrena es lo injusto, falso y egoísta que resulta arduo trabajo decidir practicar lo bueno, por las múltiples acciones que han insensibilizado nuestra conciencia para discernir entre lo bueno que origina vida, y lo que vemos en mayoría lo que produce muerte paulatina.

Falta de paz, armonía y seguridad de vida que no ofrece el dinero, este puede calmar temporal mente los nervios más no ofrece gozo duradero que única mente la justicia otorga a quien la práctica daría mente.